Implantar un nuevo sistema ERP es una de las decisiones más críticas para cualquier empresa. Pero, ¿qué ocurre con el almacén y la cadena logística mientras se lleva a cabo el arranque?
En muchos proyectos, el cambio de sistema implica una parada temporal de la operativa. Sin embargo, en Studio73 seguimos demostrando que es posible implantar un ERP completo sin interrumpir la actividad logística ni un solo día, manteniendo la continuidad de las operaciones y la trazabilidad total de los pedidos. Aquí puedes ver todos los detalles sobre cómo lo hicimos con POINT 1920.
En este artículo te contamos cómo lo logramos, qué procesos son críticos y qué buenas prácticas garantizan que la producción y el almacén sigan funcionando, incluso, durante el arranque.
El riesgo de las paradas operativas durante una implantación ERP
Primeros pasos
La implantación de un ERP suele implicar un cambio profundo en la forma en que los equipos trabajan. Cuando no existe una planificación detallada del arranque, las empresas pueden enfrentarse a paradas logísticas, errores de inventario o incluso retrasos en la entrega de pedidos.
Cada hora de inactividad se traduce en costes y pérdida de confianza del cliente. Por eso, la continuidad operativa debe ser uno de los pilares de cualquier proyecto ERP.
El riesgo de las paradas operativas durante una implantación ERP.
La implantación de un ERP suele implicar un cambio profundo en la forma en que los equipos trabajan. Cuando no existe una planificación detallada del arranque, las empresas pueden enfrentarse a paradas logísticas, errores de inventario o incluso retrasos en la entrega de pedidos.
Cada hora de inactividad se traduce en costes y pérdida de confianza del cliente. Por eso, la continuidad operativa debe ser uno de los pilares de cualquier proyecto ERP.
Plan de arranque: cómo evitar que el almacén se detenga
En el proyecto de migración de POINT 1920, nuestro equipo diseñó un plan de arranque escalonado con un objetivo principal: que la logística y la producción no se detuvieran.
La clave estuvo en estos tres pasos:
Preparamos los datos maestros (productos, clientes, stock, ubicaciones) cargados y verificados antes del cambio.
Formamos a los equipos logísticos para que el nuevo flujo fuera conocido antes de ponerlo en marcha.
Diseñamos un plan de arranque progresivo que permitió que la actividad logística continuara desde el primer día de puesta en marcha.
Esta metodología permitió mantener los pedidos activos, asegurar el picking en curso y garantizar la trazabilidad de los contenedores en tránsito.
Las piezas críticas: dónde poner el foco durante el cambio
No todos los procesos tienen el mismo peso en un arranque. En el caso de POINT 1920, priorizamos las áreas que sostienen la operación diaria:
Control de stock y ubicaciones: para evitar duplicidades o referencias perdidas.
Integración con PDA y códigos de barras: garantizar la lectura inmediata de productos.
Gestión de pedidos pendientes y devoluciones: mantener los flujos activos sin reprogramación manual.
Cuando estas áreas estuvieron cubiertas, el resto de departamentos (ventas, contabilidad, etc.) pudieron integrarse de forma más progresiva sin poner en riesgo la operativa.
El factor humano: la logística no se detiene si el equipo confía en el sistema
Un arranque técnico puede estar bien planificado, pero sin formación ni acompañamiento, el riesgo de error humano crece.
En Studio73, acompañamos presencialmente a los equipos durante los tres primeros días, resolviendo incidencias en tiempo real y validando cada movimiento en el almacén.
Este enfoque cercano, junto con la flexibilidad de Odoo 17, permitió que el personal adoptara el nuevo sistema sin fricciones y con plena confianza desde el primer día.
Resultados medibles: logística más ágil, trazabilidad total
Gracias a una planificación precisa y a la metodología por fases, POINT 1920 consiguió:
Mantener la actividad logística sin interrupciones durante la migración.
Reducir los errores de inventario y devoluciones.
Mejorar la visibilidad de stock y la trazabilidad de contenedores.
Acelerar la comunicación entre almacén, fabricación y ventas.
Hoy, la empresa opera con un sistema centralizado que integra todos los procesos, con KPIs en tiempo real que permiten anticipar incidencias y optimizar la productividad.
Conclusión
Implantar un ERP no tiene por qué suponer detener la producción.
Con una estrategia adecuada, planificación por fases y acompañamiento experto, la transición puede convertirse en una oportunidad para ganar eficiencia desde el primer día.
En Studio73 lo demostramos con POINT 1920: la tecnología y la metodología pueden convivir sin interrumpir la operativa, incluso en entornos de fabricación complejos.
¿Quieres evaluar si tu empresa puede migrar sin parar la operativa?
Nuestro equipo puede ayudarte a planificarlo paso a paso.